viernes, 22 de julio de 2011

Una reforma con sus trampas


El multimillonario Daniel Vila promueve una iniciativa para democratizar la AFA. Pero sus manejos como dueño de medios y presidente de Independiente Rivadavia de Mendoza no preanuncian nada nuevo.
La página web de la nueva ley del fútbol tiene el paso a paso de las presentaciones que Daniel Vila, quien se autopostula en su deseo como “el primer presidente democrático de la AFA”, viene haciendo por todo el país. Debajo aparecen los medios que “apoyan la democratización del fútbol”: Uno.com.ar, Uno Medio, Supercanal y Primera Fila. Todas empresas con participación accionaria del actual presidente de Independiente Rivadavia de Mendoza, un club extraviado en el Nacional B, que tiene en su rival histórico, Godoy Cruz, a uno de los mejores administrados del país, además peleando los puestos de vanguardia en el Clausura 2011.
En la página también aparecen algunas fotos de los periodistas y ex futbolistas que logró seducir Vila. Entre ellos, Oscar Ruggeri. Campeón del mundo en 1986, repetidamente malogrado como técnico, según sus palabras está “prohibido” en el fútbol argentino por su enemistad con Julio Grondona. Sin embargo, su excesiva autovaloración fue suficiente para dejar de lado su proclamado desprecio por el presidente de la AFA e implorarle por ser ayudante de Diego en Sudáfrica. Pasó hace poco más de un año. Pero no tuvo suerte.
No es diferente el caso de los periodistas que forman el séquito de Vila, muchos lo llamaban “Don Julio” y lo trataban con delicadeza. Ahora descubrieron súbitamente que el actual presidente de la AFA fue cómplice del circo que la dictadura montó a través del fútbol y el responsable de buena parte de la decadencia del fútbol local.
A todo esto, ahora se sumó Daniel Passarella, también testigo desde diferentes ámbitos de los manejos de Grondona. Fue capitán del seleccionado cuando “Don Julio” asumió en 1979, y un jugador esencial en los ciclos de César Menotti y de Carlos Bilardo hasta 1986. En 1990, cuando el hombre de Sarandí comenzó a negociar en grande el fútbol para la televisión, fue campeón con River como entrenador. Luego, fue el elegido por la AFA para bajarle el perfil a la selección e imponer mano dura, tras la eliminación del Mundial de 1994. Volvió a River como DT y lleva un año y medio como presidente. En todo este tiempo, la gestión de “Don Julio” obvió los estatutos de la AFA, le vendió los derechos del fútbol a una misma empresa durante casi 25 años, manejó la formación de los árbitros, tercerizó en sus familiares y amigos la construcción de los estadios y puso en riesgo de desaparición las ligas del interior. Sin embargo, Passarella pidió la renuncia del jefe a través del diario Olé porque –a su sano juicio– no lo favoreció un árbitro en un superclásico.

La ley. El Doctor César Francis, un activista de los cambios en la AFA desde el desaparecido Foro Social de Clubes, señaló que “es valorable que Vila (…) pretenda democratizar la AFA, pero jamás el precio a pagar por tal transformación debe ser el de convertir a los clubes en sociedades anónimas”. Francis hace referencia a lo que señala el artículo número ocho del proyecto, el cual le abre camino a las S.A.: “Dentro de los términos de la ley vigente los clubes podrán decidir individualmente el tipo de persona jurídica a la que se sujetarán”, dice, textual.
Para Grondona no fue una semana más. La ley estuvo a punto de tratarse en diputados y el ex árbitro Javier Ruiz se acordó de una reunión que había tenido con el presidente de la AFA, cuando se despidió del arbitraje: “Grondona me recibió a mí que soy un cuatro de copas pero que, también lo sabe, soy una bomba de tiempo. Le dí una lista con 16 árbitros y le dije ’si usted no hace lo que tiene que hacer, yo salgo a los medios’. El no cumplió, echó sólo a diez”. También denunció al conductor Marcelo Tinelli. Según Ruiz, el empresario le dijo: “‘Necesito sí o sí un juez de línea que me cobre un penal’. Le digo: ‘Marcelo, ¿cómo hago que un juez de línea te cobre un penal si está en la línea?’. Y respondió: ‘No sé, pero si me lo cobra le doy la que quiera’. Arreglé con un juez de línea y se llevó 60 lucas”. Y fue por el mendocino: “Vila me pagó el pasaje hasta Mendoza para un partido contra Unión en 2009 y me hospedó en un hotel cinco estrellas (…) Yo contraté a Cristian Faraoni para ese partido (Independiente ganó 2 a 0 y fueron expulsados dos jugadores de Unión)”, afirmó Ruíz.
Todas estas denuncias fueron multiplicadas por los medios que posee Clarín, protección que Grondona dejó de gozar desde agosto de 2009.
Grondona y Vila están acostumbrados a manejar a discreción medios, periodistas, ex jugadores, árbitros, técnicos. Ostentan un entramado de poder lejano a la construcción colectiva y cercano a la atomización. ¿En qué se diferencian entonces Daniel Vila y Julio Grondona? En poco. ¿Puede cambiar el fútbol argentino una ley promovida por alguien que se parece tanto a quién está al frente de la AFA? Difícil.

                                                                                                                              Christian Rémoli

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