jueves, 14 de marzo de 2013

Junín y los disturbios por la muerte de Karen Campos

Los pibes que fueron a romper todo son de Junín. Son los hijos o nietos del Neoliberalismo de los 90, de la falta de compromiso de una sociedad que metió la basura debajo de la alfombra. Mientras una parte de Junín se iba a Cancún con el dólar a un peso, estos pibes nacían en un rancho con piso de tierra, o sin obra social porque los padres estaban sin trabajo. Algunos tienen al padre preso, o su madre prostituta, algún hermano muerto en algún hecho, alguna hermana violada por un tío. Todos han sufrido el desprecio de algún dirigente, la explotación de algún patrón que lo traía en la caja de la “chata” con 2 grados bajo cero, la burla de alguna maestra, el "bardeo" de algún policía. Vieron como el arquitecto no le pagó la semana al padre y ya no podían pedir fiado. Se avivaron cuando una maestra se limpió la cara luego de besarlos por compromiso. Son los hijos bastardos de una sociedad que es la Capital del Espectáculo Internacional y no los incluye. A lo sumo pueden ir a cuidar los autos de los “ricos”. Son los que contratan por dos mangos para edificar elegantes y modernos edificios a los que nunca accederán. Son los que cuando andan por el centro los detienen por portación de cara, por ser los "gorrita". Son los que muelen a palos en las comisarías. Muchos tienen varias entradas a la "cana". Muchos estuvieron privados de su libertad. Algunos en centros cerrados. Son carne que se carga en los colectivos para las movilizaciones políticas. Son los negros, los cabezas, los chimangos. Son todo eso y cuando protestan y se enojan, lo hacen de la manera que lo hicieron. No baten palmas. Tiran piedras! No putean generalidades. Arman molotov y las tiran contra todos! No cantan el himno y se van a su casa en paz... Arrancan baldosas de la vereda y las revolean! No se escandalizan frente al maltrato. Si pueden, se tirotean con la “yuta”. ¿Qué creen? ¿De qué manera reaccionarían? Están resentidos. Están enojados. La sociedad los escupe en la cara. Los políticos le prometen casas y se les burlan en la cara. Esos pibes, con los mocos colgando hicieron la fila con la madre en la secretaría de bienestar social de la municipalidad para que alguna burócrata perfumada le entregara una caja de leche en polvo a punto de vencerse. Estos pibes, dormían con hambre al hombro de las madres que cambiaban ropa por tortas fritas en el club del trueque. Estos pibes miraban a través de la vidriera las zapatillas más caras hasta que el encargado del local los rajaba porque le ensuciaban el vidrio. Fueron testigos de cómo un puntero se transó a su mamá o a su hermana por dos chapas. Algunos son chorros o transas. Si! y qué esperaban? La única expectativa que tienen es trabajar en negro como peón de albañil por 90 mangos al día. O simplemente… Son pobres! Están ahí, todo el tiempo. En el mismo Junín donde muchos dicen que está lindo, que está bueno. En la misma ciudad donde el núcleo sojero reniega por el retraso de entrega en la Pick up último modelo. No son “traídos” en un colectivo de ninguna parte. No son militantes políticos, porque de ser así habrían sublimado su justificado resentimiento. ¿Quieren saber sobre estos jóvenes? Vayan a preguntarle a docentes e integrantes de gabinetes en las escuelas. Pregunten a los maestros que no encuentran respuestas en el Servicio Local del Municipio. Pregunten a punteros del oficialismo local quiénes son esos pibes. Pregunten, porque desfilan junto a sus familias por el municipio pidiendo chapas, ropa, comida, guardapolvos, medicamentos y plata para pagar la luz. Desfilan y algunos concejales del oficialismo los atienden y les dan. Pregunten. Son de acá. Made in Junín. Marca registrada de 30 años de gobiernos con una mirada conservadora. En estas horas que han pasado, tan tristes, tan oscuras y tan devastadoras para nuestra ciudad, me ha dolido en la carne la violencia y la destrucción tanto como la hipocresía y la falta de sensibilidad. Escuchar al intendente, con su marketing, solidarizándose con la familia de la víctima de manual, poniendo cara de triste y hablando de los daños para pasar automáticamente al centro de lo que pareciera ser su verdadero objetivo: Victimizarse y culpar a militantes sobre un cadáver tibio. Que repugnancia!. Meoni es responsable de la conurbanización de Junín. De la falta de políticas de inclusión e integración para jóvenes en situación de vulnerabilidad. De la falta de integración de la ciudad con un transporte público de pasajeros. Es responsable de la no articulación entre la policía, la justicia y las entidades intermedias de Junín. Meoni ha sido sostén de las autoridades policiales que se burlaron en la cara de los vecinos miles de veces, como cuando el amigo de Karen, que la vio morir fue a avisar a la comisaría (a 60 metros del Kiosco) y se le rieron. Meoni es responsable de no agotar todas las instancias institucionales para que el Fiscal General actúe con celeridad en el esclarecimiento de 11 víctimas fatales en 12 meses y cientos de delitos que han quedado impunes, entre ellos el incendio de un diario. Meoni es responsable porque desde diferentes organizaciones se le indicó varias veces que había problemas con la droga y la inseguridad en barrios de mucha conflictividad y vulnerabilidad. Pero Meoni y los partícipes necesarios de una administración desastrosa por donde se la mire, no es culpable del pensamiento conservador de muchos juninenses que expresaban: “Estos no son vecinos de Junín”. ¿Ah… no? Si, Si. Viven acá. También son vecinos. ¿Usted, señora del Padre Respuela, no estaba enterada que en Junín, en los barrios donde nunca va hay droga, violaciones, exclusión y pobreza? ¿Usted señor que vive en el empedrado, a dos cuadritas de Roque Sáenz Peña, no sabe que estos pibitos son sus vecinos? Ahora, la patética burguesía asustada cree que Quebracho o La Cámpora organizaron todo. Que pobre lectura. Meoni, y el intendente de Pergamino deberán probar en los tribunales que los incidentes los organizaron militantes opositores. Será la justicia (con la celeridad que la caracteriza) la que determinará si los incidentes fueron o no armados por alguna organización política. Si así fue, que vayan presos. Incluso no habría que descartar al propio Meonismo. Parece que quien más rédito político ha sacado es el intendente, victimizándose, así que no hay que descartar hipótesis. Hay que profundizar el debate y no quedarse en la trampa que plantea Meoni. Aún cuando hubiera instigadores, el fondo de la cuestión es lo fértil que son los sectores marginados de Junín para que prendan las provocaciones. ¿Nadie se pregunta por qué una piba de 17 años estaba trabajando un sábado por la noche para ayudar a su mamá a pagar el alquiler? ¿Tampoco nadie plantea por qué dos jóvenes fueron a matar por plata? ¿Cuál debe ser el debate? ¿Quiénes y por qué rompieron todo o por qué pasa todo lo que pasa en Junín? Son momentos de terminar con el jueguito burlón de anclar políticamente con uno u otro referente nacional. Son horas donde hay que exigirle al Intendente que deje de proyectar su futuro político y se dedique a hacer lo que el pueblo de Junín le encomendó, de manera legítima. Es hora de que Meoni, si solo no puede, si sus colaboradores son simples peleles marketineros, si no se le ocurre ninguna idea, convoque a todos los sectores de la comunidad y pida ayuda para afrontar los gravísimos problemas. De lo contrario, dentro de 14 años, en el bicentenario de nuestra ciudad, seremos una sombra del Junín pujante y trabajador que alguna vez fuimos. Por Gustavo Romans

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